-Tienes que dejar a lado tus miedos, no te puedes quedar estancada en dónde estás para siempre… tienes que aceptarlo-. Esas fueron las últimas palabras que salieron de su boca antes de partir por la misma puerta que había entrado años atrás. Todo se desvanecía tan rápidamente que no tuve tiempo de pensar en lo que acaba de suceder en ese momento, solo me quede ahí, inmóvil, sin expresar una mínima señal de vida en mi ser. Todo lo que había sido por 10 años acaba de escapar de mis manos en menos de 5 segundos por la puerta. Si, así de fácil. ¿Por que siempre todo lo que toco tiene que terminar? ¿No podía ser como un Rey Midas, que todo lo que tocaba se convertía en oro y eran felices? Oh, espera, creo que esa ultima historia acabo mal. Pero, ¿lo ven? es lo mismo, a fin de cuentas todo tiene un final triste, no existen los cuentos de hadas, ni las historias de amor, ni el príncipe azul, ni todas las historias …