Con los premios Oscar a la vuelta de la esquina, los cines se llenan de multitudes de personas dispuestas a ver toda la cartelera con el único propósito de comentar las películas nominadas. Ya sea entre si Leonardo DiCaprio merece el tan esperado Oscar por su actuación en «The Revenant» o si Eddie Redmayne ganará nuevamente el premio al mejor actor por su excelente actuación en la controvertida cinta «La Chica Danesa». Pero, ¿quien es la chica danesa?
Todo comienza con la simple acción de sustituir a la modelo que debía posar para su esposa Gerda. Al momento en que la tela de seda del vestido se desliza suavemente sobre sus piernas, algo cambio en Einar. Un simple juego entre la pareja, en donde utilizaba ropa de mujer para hacerse pasar por otra persona, acudiendo a fiestas disfrazado de mujer y posando para los retratos de su esposa, pero algo iba despertando nuevamente en él. Un anhelo en convertirse y reafirmarse en mujer, algo que siempre llamaba en su interior, pero nunca le había prestado atención.
Una historia que parece una vida de novela, pero no puede estar mas cercana a la realidad, una que nos rehusamos a ver. La película narra la vida de Lili Elbe, la primer mujer transexual de la que se tiene registro y el primer caso de cambio de sexo, en 1930. Una época en donde la orientación sexual era considerada como una enfermedad que podía ser tratada y curada -a pesar de que muchos sigan pensando lo mismo-. Una película que ha sido prohibida en varios países por considerarla como “depravada”, no ha caído con los obstáculos que la sociedad intentó ponerle, hasta convertirla en una nominada al Oscar.
Esta inspirada en la novela ganadora del premio literario Lambda -sobre temáticas de LGTB– de David Ebershoff que a su vez se baso en el libro Man into Woman, publicado en 1933, que reúne experiencias de la propia Lili y personas cercanas a ella. La historia se centra en la vida y la relación que tuvo Lili Elbe, desde su nacimiento bajo el nombre masculino de Einar Wegener -un pintor danés de paisajes- y su mujer, la también artista Gerda Wegener, quien llegó a superarlo profesionalmente, convirtiéndola en una pintora reconocida. Lili fue la musa de Gerda en varias de sus pinturas.
Lili sabia que algo estaba mal, sus pensamientos y sentimientos no iban de acuerdo con el cuerpo que habitaba, constantemente estaba en una lucha interna, llegando a la conclusión que debía deshacerse de Einar para poder liberar a Lili, que la había tenido bajo una prisión todo este tiempo, solo era cuestión de tiempo dejarla salir.
Con el paso de los años, caía en depresiones las cuales se iban haciendo más fuertes y constantes, acudía a médicos para terminar con sus depresiones y los sentimientos que lo hacían sentir de tal forma, pero siempre lo diagnosticaban de la misma manera; homosexualidad, histeria, y esquizofrenia. Como él mismo diría en sus memorias; “como mi caso nunca había sido tratado en la historia de la medicina, simplemente no existía, simplemente no podía existir”. Se rehusaba a aceptar los términos y diagnósticos que los médicos utilizaban en su caso. Simplemente sabia que estaba en un cuerpo que no le correspondía, pero no sabia como definirlo. Imaginen que frustraste debe ser el sentir que algo no está del todo bien, pero no hay nadie ni tú mismo que te diga que es lo que esta sucediendo. Es como vivir en una prisión en donde una batalla interna se esta librando y no puedes callar ninguna de las voces que te están hablando.
Lili deseaba dejar su vida como Einar Wegener en el pasado. Después de la primer cirugía llevada a cabo por el Doctor Magnus Hirchsfeld -famoso por ser el fundador de la primera asociación en defensa de los homosexuales y transexuales-, vuelve a Dinamarca en donde anulan su matrimonio con Gerda y tramita un nuevo pasaporte con su nueva identidad en él. Quería alejarse de todo lo que ataba a Einar a su antigua vida y renacer como Lili, tomando como su apellido el nombre de la ciudad donde volvió a nacer, el Elbe.
En su intento de cambio de sexo, muere después de la operación de transplante de útero, a manos de Kurt Warnekros, el médico de Dresde al que se refería como su creador y salvador. Escribiendo sus ultimas palabras, deja en claro que al momento de su muerte murió como siempre debió ser y en paz con su cuerpo; «Soy Lili, vital y he probado que he tenido el derecho a vivir durante 14 meses. Puede que 14 meses no sea mucho tiempo, pero a mí me han parecido una vida entera y feliz«.
Su vida merece ser contada en la actualidad, ver las situaciones que tuvo que soportar para lograr ser lo que siempre debió ser. Al mundo le asusta lo diferente, nunca lo entenderemos y nunca lo haremos. Pero el que alguien tenga ideales, gustos y preferencias diferentes a los demás, no implica que viva en el error. Cuando Lili al fin se sentía conforme al utilizar ropa llamativa femenina y salir a la calle, era objeto de burla y agresiones por parte de las personas que la miraban. Pero siempre tenía el apoyo de Gerda, su esposa, la cual aunque al principio se rehusaba a la evolución de su marido, siempre lo amo y era su apoyo en todas las decisiones que tomaba, lo acompaño hasta el final. El amor fue lo que la mantuvo a flote en un mundo cruel.