Ahora quizás surja todavía la pregunta de si hoy es conveniente hablar sobre la culpa de la guerra. ¡Del conocimiento viene la voluntad de resurgir! Han quedado dos millones en la lucha. También ellos tienen derechos, no solamente nosotros los sobrevivientes. Hay millones de huérfanos, lisiados y viudas entre nosotros. ¡También ellos tienen derechos! Para la Alemania de hoy ninguno ha muerto ni ha quedado lisiado, huérfano o viuda. ¡Tenemos la deuda con estos millones de construir una nueva Alemania!
– Adolf Hitler en El enemigo de los pueblos.
El Nazismo es considerado como uno de los más grandes males que ha vivido la humanidad. El escuchar esa palabra, nos viene a la mente los horrores que ocasionaron durante la Segunda Guerra Mundial y siempre nos preguntamos ¿cómo es posible que un pueblo civilizado y moderno haya depositado toda su confianza en un solo hombre con ideales fanáticos?. Es una pregunta que hasta la fecha no tiene una respuesta clara, pero la historia y algunas teorías sociales nos pueden dar una idea y perspectiva de lo que el pueblo alemán sufría en aquella época para llegar a apoyar a un régimen fascista.
Como vimos, la República de Weimar fue un fracaso colosal para Alemania, y muchos llegaron a la conclusión de que la democracia no iba a ser quien los sacara de la crisis económica. Alemania continuaba sin capital ni capacidad productiva, y con la Gran Depresión, su pueblo poco a poco moría de hambre. Apenas tenían la capacidad para mantenerse a ellos mismos, y además debían continuar pagando la deuda de la Primera Guerra Mundial.
Pero en el ocaso de una crisis, surge de la oscuridad, un rayo de esperanza que le dio al pueblo alemán la fuerza de mantenerse en pie. Un artista frustrado se introdujo en la política y le dio poder a un partido que iba en decadencia. El Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, comúnmente conocido como Partido Nazi con Adolf Hitler al frente -aquel hombre que se dedicaba a vagar por las calles de Viena esperando que sus pinturas le dieran alimento-, fue cobrando fuerza en Alemania, cada vez más personas se unían a él y escuchaban sus propósitos y sueños. Pero sus deseos y frustraciones pasadas fueron suprimiendo su pasión artística -hasta destruirla- y fue reemplazada por una mente estratégica política y militarmente.
La crisis económica desacreditó a las democracias liberales, los regímenes absolutistas fueron surgiendo y demostraron ser capaces de controlar y resolver la crisis más fácilmente -como la Italia de Mussolini y la URSS con Stalin-. La confianza en un solo hombre, en un solo poder absoluto, podían ser la respuesta para salir de la miseria.
Hitler era un excelente orador y con su oscuro carisma atraía a las masas. El pueblo desesperado, escuchaba con ciegas esperanzas las promesas de una vida mejor y un resurgimiento de una nueva y gloriosa Alemania. En las calles se vivía una miseria que impregnaba la ciudad con aires de terror -hambre, desempleo, violencia, miedo-, que las fantasías de un solo hombre fueron suficiente para levantar a una Nación. Las ideas nacionalistas del partido eran más atractivas que las de cualquier otro.
Aunque su numero crecía y se iba ganando la confianza del pueblo, no le fue suficiente para ganar la Presidencia. En 1933, el Canciller elegido -Franz Von Papen- representante de la derecha, le concedió a Hitler la disolución del Parlamento -que Hitler pidió- y autorizó la creación de las SS -las famosas tropas de asalto de los Nazi-.
Pero Hitler estaba inconforme de ser el segundo al mando y aprovecho el suceso de un misterioso incendio en el Reichstag -el parlamento alemán-, acusando a los comunistas de ocasionarlo, en 1933 y declara un estado de emergencia. Le pide al Reichstag que le otorguen poderes plenos -de esta forma poder pasar leyes o decretos sin la intervención del parlamento-. Ahora siendo Canciller -sustituyendo a Von Papen-, Hitler ya tenía el poder por un período de cuatros años, los cuales le sirvieron para reorganizar Alemania y hacerse mas fuerte.

Propaganda Nazi sobre comprar productos nacionales antes que extranjeros.
Cuando Hitler es designado como Canciller de Alemania, fue el año en donde la democracia en el país muere. Sus ideales racistas y autoritarios fueron desvaneciendo las pocas libertades que Alemania conservaba. Los partidos de oposición fueron desapareciendo hasta que el Partido Nazi, fue el único permitido. Todas las instituciones, la cultura, la economía, la educación, etc., cayeron bajo el dominio Nazi. Pero todo ese lado oscuro tuvo un poco de luz. En términos generales, el nazismo le dio trabajo a los miles de desempleados alemanes, creando nuevas obras pública -impulsando económicamente al país- y utilizando la mano de obra que estaba en paro, otra parte de las personas desempleadas las utiliza para la agricultura y el campo. Los sueldos que estos trabajadores generan, los utilizan para consumir, y de esta forma el país va saliendo adelante. En clara oposición al Tratado de Versalles, suspenden el pago de indemnización de guerra hacía los países vencedores, por lo que todo el capital producido en Alemania, se queda con ellos.
El Partido Nazi con Hitler al poder se va ganando al pueblo y de esta forma cuando sus raíces ya se encuentran firmes en la sociedad, se van introduciendo los ideales políticos reales del partido. ¿Como puedes oponerte, si fueron ellos lo que se te sacaron adelante? La confianza ya estaba ganada y eso los hizo más fuertes. Hitler tenía el poder absoluto sobre Alemania y cuando el pueblo estuviera listo, compartiría su visión para levantar al país y devolverle su antigua gloria. La ideología Nazi se fue introduciendo en la mente de los jóvenes alemanes, en donde el libro Mein Kaft escrito por Adolf Hitler fue como la Biblia del régimen nazi.