El simple hecho de escuchar esa palabra nos causa más temor que el fin del mundo. Incertidumbre y desesperación anticipada en el presente. El ser humano es un ser social, y nació para vivir en compañía a lo largo de su vida, no es un ser solitario. Entonces, ¿que ventajas puede traer la soledad a nuestras vidas?. Es aprender a verla con las enseñanzas que nos trae, pero no todos se atreven a experimentarla por cuenta propia.
Ninguno de nosotros queremos vivir una vida solitaria, sin nadie a quien acudir cuando tenemos un problema, sin nadie en quien apoyarnos o que nos protejan, sin nadie con quien compartir tus alegrías, sueños, tristeza, logros… simplemente estar tú y tus propios pensamientos. Ya sea por los golpes inesperados que nos da la vida o decisiones propias, todos nos hemos visto sumergidos en la soledad. Pero solo puede ser llamada de esa forma -en el sentido negativo de la palabra- dependiendo de como tú la veas.
Como todo cambio, al principio nos desconcierta, nos vemos sumergidos en un pozo sin fondo, en donde la oscuridad nos envuelve, sin la posibilidad de salir de él. Pero existen aquellas personas, que en su desesperación pueden ser capaces de encontrar una escalera y subirla para salir. Toda situación en la vida depende de como tu mente pueda ver siempre el otro lado de la moneda. En lugar de caer en la desesperación, se debe aprovechar al máximo y ver las ventajas y el crecimiento que nos trae como personas.
Recuerdo cuando experimenté lo que para mi fue la soledad. No disfrutaba la belleza que me rodeaba ni lo afortunada que era por estar viviendo en ese lugar. Lo más difícil fue dar el primer paso. Puedes estar viviendo en una gran ciudad, rodeada de personas, pero sentirte lo más solitario posible. Llega un punto en donde decides si dejarte vencer o dar un paso adelante. Al principio intentas distraerte con actividades simples, pensando que el salir de tu casa, distraerte y ver gente puede separar de tu mente los sentimientos que sientes, pero al final del día vuelves a casa y a volver a estar sola. Hasta que llega un punto en donde tu cuerpo ya no puede suprimir los sentimientos que sientes, y por más que intentas distraerte, tu cuerpo explota en un mar de lagrimas.
Pero basta con escuchar unas simples palabras de aliento de alguien a quien quieres, tranquilizar tu mente, intentar ver las cosas de otra manera y saber que tu misma escogiste la situación en la te encuentras y que no iba a ser fácil, ¿si fuera fácil todo el mundo lo haría no?. A veces necesitamos un pequeño empujón para darnos cuenta de donde nos encontramos. Simplemente debemos dejar de tener miedo y arriesgarnos. En el momento que das el primer paso, todo en tu vida fluye. El primer momento en el que decides hacer actividades que acostumbras hacer en compañía, pero sola, es aterrador, pero en el momento en que lo haces te das cuenta que no te paso nada por ir a un restaurante a comer sola, a una cafetería o al cine. Sabes que el hacer actividades sola, es un miedo irracional que todos tenemos, por el «que pensaran los demás de mi al verme sola», newsflash; a nadie le importa. Como tú existen miles de personas que están en la misma situación y nadie se mete en tus asuntos ni te ven con miradas juzgadoras.
Aprendí a verle el lado bueno de estar sola, en lo que poco a poco iba conociendo personas con las cuales pasar mis ratos libres y fines de semana. Hacía las cosas por que yo quería hacerlas, a la hora que yo quería e iba a los lugares que a mi me gustaban, sin que nadie me dijera que hacer, ya no me importaba moverme sola para todos los lados, no iba a dejar de hacer las cosas solo por que no tenía con quien compartirlas.
Aprendes que no necesitas de nadie para ser feliz. Te das cuenta que solo tú eres capaz de salir adelante sin la necesidad de alguien que lo haga por ti. Puedes estar rodeado de personas, pero nunca salir del hoyo al cual caíste. Si tu no quieres ser feliz, nadie lo hará por ti. En la vida debe de existir un balance, y tanto como es bueno estar en compañía, también lo es el estar solo. Estas contigo mismo y tus propios pensamientos. A muchas personas les asusta estar en contacto con su mente y por esa razón siempre buscan la compañía de los demás, para no escuchar su voz interior, ¿pero como vas a saber quien eres si nunca has estado solo ni un minuto de tu vida?. No tener miedo de escuchar nuestros propios pensamientos, nos hacen más bien que mal, si despejamos la mente para saber y tener más claro quienes somos y hacía donde queremos ir. Eso nadie más te lo dirá…solo tú.
En mi caso, tenía que pasar por este proceso y aprender a vivir con la soledad que me tocó vivir en ese momento, y saber que no mueres de eso, a menos que tú te dejes caer. Todos tenemos siempre más de un camino para seguir; salir de una situación sin haber luchado para seguir adelante o siempre dar una batalla y luchar por lo que quieres. La soledad es un estado pasajero, que se convierte en un capricho si nunca quieres salir de tu zona de confort.
Aprendes a vivir en esa soledad, aceptarla y ser feliz con ella. Conocemos talentos ocultos que no sabíamos que teníamos, que somos capaces de realizar cosas que no sabíamos que podíamos, y la fortaleza que tenemos dentro para ser capaces de salir adelante y no dejarnos ahogar por nuestras propias lagrimas. No sabemos de que somos capaces hasta que lo intentamos y vemos que podemos triunfar, y si una pequeña piedra se atraviesa en nuestro camino y tropezamos con ella, que un simple raspón no nos impida seguir caminando, a pesar de que duela, en el futuro esa cicatriz ya no lo hará.