Parece sacada de un cuento de hadas. Una mezcla entre lo medieval, renacentista, gótico y barroco. Sus torres y edificios te hacen creer que te encuentras en un sueño del cual no quisieras despertar.
Había escuchado que Praga era hermosa, pero no imagine que tanto podría cautivar tus sentidos. La capital de la República Checa tiene tanto que ofrecer que quisieras quedarte un largo tiempo para descubrir cada rincón de la ciudad, probar su comida, su cerveza, sus deliciosos trdelnik -gracias a eso llegue con unos kilos de más, un pastelillo tradicional de la cocina eslovaca-, museos, iglesias, edificios y conocer cada restaurante y bar de la ciudad. Hogar del famoso escritor del siglo XX, Franz Kafka, puedes comprender el porque del contexto y lenguaje que utiliza en sus novelas. ¡Simplemente te envuelve!
La ciudad nos recibió con un clima frío y pronósticos de nieve -del cual no veníamos preparadas- fuimos en Abril y por lo tanto hacia un poco de frío, pero en lugar nieve, el cielo decidió mandarnos lluvia… y más frío. Tres días nos íbamos a quedar en la ciudad y a pesar de la lluvia, teníamos que sacar el mayor provecho y cubrir el itinerario obligatorio. El centro histórico es pequeño, por lo cual se puede recorrer “rápidamente”.
Un poco de historia
Los Boios fueron los primeros pobladores de la zona, un pueblo celta del cual deriva el nombre de Bohemia -nombre antiguo del territorio-. Pasando por los germanos, eslavos y avaros. Pero la ciudad de Praga como tal, todavía no existía, era solo el territorio que ocupaban los pueblos que se instalaban en la zona, sin algún nombre en particular. Pasa a formar parte del Sacro Imperio Romano Germánico en el año 950 d.C. -no era el Imperio Romano, se llama así a la agrupación política de Europa central derivado de la repartición del Imperio Romano de Occidente, los descendientes de Carlo Magno-.
Praga se conforma con la unión de cinco ciudades antiguas. La primera es la Ciudad Vieja, fundada en 1601 por Wenseslao I -reyes de Bohemia-. Mala Strana fue la segunda ciudad, en 1257 los conflictos con la población alemana los obliga a crear otra ciudad solo para alemanes. La tercera; Ciudad Nueva, convirtió a Praga en la capital del Sacro Imperio Romano, por Carlos IV de Alemania y I de Bohemia, la unió con las otras ciudades con el famoso puente que lleva su nombre -Puente de Carlos-. La cuarta ciudad es El Barrio del Castillo en 1598 y la quinta es la unión de las cuatro ciudades en el año 1754 que conforman actualmente Praga.
En el año 1848 se produce una revolución contra Austria, conocida como la primavera de los pueblos. Lograron conseguir su autonomía, la cual fue aplastada nuevamente por bombardeos hacía Praga por parte de las tropas imperiales. Al fin de la Primera Guerra Mundial, el Imperio austrohúngaro se desintegra, y en 1918 se crea una nueva nación, Checoslovaquia, convirtiendo a Praga en su capital. En 1939 la ciudad fue invadida por los Nazi creando un protectorado de Alemania. Cuando termina la Segunda Guerra Mundial pasa a ser parte de la URSS y por lo tanto en 1948 se implementa el régimen comunista hasta 1989, cuando cae con la Revolución de Terciopelo.
En 1993 Checoslovaquia se separa creando dos nuevas naciones -República Checa y República Eslovaca- pacíficamente y bajo un acuerdo en común. A diferencia de Yugoslavia, que igualmente desapareció en 1992, no hubo una guerra violenta. Praga se quedó como la capital de la República Checa.
Puntos de interés.
Como sabemos, la ciudad se conforma por cinco ciudades antiguas, por lo que tenemos cinco diferentes barrios que conocer. Comenzamos con la parte más hermosa de la ciudad, a mi parecer, y esa es la Ciudad Vieja. Es el barrio más antiguo, en el centro se encuentra la Plaza Antigua de la Ciudad, la cual era un mercado medieval, pero en la actualidad lo sigue siendo, con sus carpas rojas y quioscos de una gran variedad de comida típica, bebidas y pequeños souvenirs y demás curiosidades. Rodeada por el Edificio del Ayuntamiento y el Reloj Astronómico -es uno de los relojes medievales más famosos del mundo e icono de la ciudad-, la Iglesia de San Nicolás, la Casa de la Campana de Piedra y la Iglesia de Nuestra Señora de Tym, es el lugar perfecto para comenzar una visita turística. Un ambiente cálido y alegre envuelve la plaza, tanto turistas como locales, crean una atmósfera que te acoge y te invita a seguir caminando y conocerla o simplemente sentarte en una terraza disfrutando de un café y admirar sus bellos edificios. Pero, nosotras no teníamos el tiempo de sentarnos y disfrutar un café, por lo que nuestro tour comenzó en el centro de la plaza.
Los Walking Tours son una nueva forma de conocer una ciudad a pie con un guía sin la necesidad de pagar por el servicio. Conoces los puntos más importantes -por fuera- pero dan unas pequeñas clases de historia y tú decides si regresar y visitar su interior. Para nuestra sorpresa el guía se llamaba Wenseslao, un nombre al parecer muy famoso y común dentro de la República Checa -como lo mencioné anteriormente, fue uno de los primeros fundadores de una de las ciudades antiguas y fue nombre de reyes-. Wenseslao nos llevó por toda la Ciudad Vieja, paseando por sus calles donde se concentra gran parte de las Cien Torres -de ahí su nombre-. El principal atractivo de la zona es es el Reloj Astronómico, construido en 1490. Su función no era dar la hora precisamente, más bien representar las órbitas del sol y de la luna. Cada que el reloj marca las horas se produce el desfile de los Doce Apóstoles, y ademas se encuentran otras figuras representativas del reloj; EL Turco, La Avaricia, La Vanidad y la Muerte, esta última es un esqueleto que marca el inicio del desfile tirando de una cuerda.
Continuamos caminando hacía el Barrio Judío o el Josefov. En donde se pueden visitar las sinagogas y el Antiguo Cementerio Judío, el cual durante 300 años fue el único lugar de la ciudad en donde estaba permitido enterrar a los judíos. Terminamos el día en la Ciudad Nueva de Praga -o Nové Město- , fundada en 1348. Visitamos la Plaza de Wenseslao, un lugar lleno de historia, ya que ha presenciado varios acontecimiento de la historia de la ciudad, el principal fue en 1989 cuando una manifestación inicio la Revolución del Terciopelo y terminó con la caída del comunismo. Dentro de este barrio también se encuentra un edificio que rompe con el esquela de la ciudad, La Casa Danzante, diseñado por el arquitecto Vlado Miluníc y el arquitecto mundialmente conocido Frank Gedhry.
Al día siguiente hicimos el recorrido al otro lado la ciudad, cruzando el río. Comenzamos en la Ciudad Pequeña -Malá Strana-, en donde hicimos una visita rápida a la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, donde se encuentra el Niño Jesús de Praga. En esta zona parece como si el tiempo no hubiera pasado, ya que es uno de los lugares mejor conservado de la ciudad, las guerras no hicieron daño a sus edificios. Nos dirigimos cuesta arriba a el Barrio del Castillo -Hradčany-, donde la fundación de Praga como ciudad comenzó con la construcción del castillo. A pesar de la lluvia que decidió inundar la ciudad ese día, se puede apreciar su magnitud, construido en siglo IX es uno de los castillos más grande de Europa. Esta compuesto por un conjunto de palacios y edificios conectados por pequeñas calles que te transportan a otra época. Dentro del barrio se encuentra la Catedral de San Vito, con un gran valor artístico que la convierte en un símbolo de Praga y de toda la República Checa. Al interior del Castillo se encuentra el Callejón de Oro, una acogedora calle, famosa principalmente porque alberga la casa donde vivió el escritor Franz Kafka. Es una calle corta que se recorre rápidamente y cuenta con varias tiendas de curiosidades como marionetas o de armaduras medievales.
Al descender del Barrio del Castillo se puede apreciar una vista panorámica de la ciudad -los barrios antiguos-. Una vista hermosa donde se pueden ver todos los edificios y saber por que se le llama la Ciudad de las Cien Torres. Concluimos el tour del día y de la ciudad con el Puente de Carlos, el monumento más famosos de Praga, el cuál une la Ciudad Vieja con Malá Strana. A lo largo del puente se encuentran 30 estatuas, pero la principal es la de San Juan Nepomuceno -santo patrón de Bohemia-, quien fue arrojado al río en 1393 por orden de Wenseslao IV por negarse a romper el voto de confesión -era el confesor de la Reina Sofia de Bavaria, consorte de Bohemia-. Se dice que aquellos que piden un deseo en el lugar donde fue arrojado, poniendo la mano izquierda en la base de la estatua, le será concedido.
Después de haber visitado Budapest en el mismo viaje, esta fue nuestro segundo punto en el itinerario y no quedamos decepcionadas. Una ciudad hermosa tanto física como histórica y culturalmente, nunca olvidarás haber visitado Praga y desearas regresar. Sus calles, edificios y el ambiente medieval que caracterizan a la ciudad es como introducirse en un cuento de hadas. Retrocede en el tiempo, déjate envolver por sus cien torres y visita Praga.
Chavelinda,
Qué bonito escribes.Con este reportaje me dieron unas ganas enormes de visitar ese lugar!!!!!n. Deja que te descubra National Geographic
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Muchas gracias!
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Increíble narrativa … Y precioso lugar …
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Muchas gracias!
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